lunes, 20 de julio de 2015

Una tarde olvidada en el cielo de Calama

El cielo está purpura
y esto es real como el polvo 
que reseca la piel 

Algo del otro lado del ocaso nos canta 

Mira toda esa tierra derramada como quien se tiende 
cuando todo se derrumba
y no hay consuelo
más que unas gotas de lluvia en la cara

Mira

se mueven las nubes
acomodando los anhelos
tan frágiles en el viento
cual bandera de cuento
resquebrajada por el sol
asciende como un fragmento
de letras que dicen:
todo vuelve a partir

El cielo está púrpura 

y lo veré así por última vez
aunque hayan otros cielos púrpuras 
no volverán a sacar estas tristezas
que mañana levantarán sonrisas
en silencio
detrás de la boca

La tarde está púrpura 

y sólo una vertiente me separa del ocaso
tal vez sea esta leve risa;
rictus y un puente al sol

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