sábado, 14 de octubre de 2017

PaisaJe

Sin haber quebrado la punta de la espiga
con tu fuerza de mundo vivo
arrasas mis bosques con fuego de niebla 
y es el sol de tu pecho que me abre los ojos
me despierta 

Vierto en ti un sueño de gorriones alcanzados por la luz
mi frágil fortaleza de tocarte sin las manos 
o decirte:
estás tan cerca de esta fuente de sangre donde habita mi corazón 
te veo en el reflejo de los ríos de mis venas 
en mis hojas arrancadas por suspiros

Sobre la arena no escribo tu nombre
el mar me habla de ti con su letra de espuma
develándome tu cuerpo como luz bajo el agua

Emerges en la noche de los ojos cerrados 
y en el alma de las cosas que habitan afuera 

Estás ahí porque estás en mí 
y te llevo como un libro sin leer 
abrazado hasta los huesos

Si miras el paisaje encontrarás tu nombre 
lo he tomado sin querer 
para nombrarte y caer
tendido en la hierba

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