lunes, 28 de noviembre de 2022

Cómo empezar
o sea, lo estoy haciendo
sin dejar una sola palabra fuera
pero adentro hay muchas que no salen
porque todos tenemos cosas que no contamos
y en ese no decir nos queda apenas una mirada al oeste
por donde se esconde el sol en esta fotografía de mundo

El asunto es que
lo que callamos
es tanto o más importante de lo que decimos
puesto que
en el relato interior
se construye lo mustio o lo florido

Florido
ah... como la escena imaginaria
disuelta por la incertidumbre 

Siempre hay una prueba mayor
constituida sobre y en nosotros mismos.
Desarrendar el hilo de nuestro movimiento
resuelto por el impulso de la vida

Lo que sí podría contar
a favor del impulso
y de la impecable práctica de la resiliencia 
es que
a pesar todo
amar es una condición intrínseca
manufactura por la decisión  
digo
del amor que todo lo es
solo basta abrazarlo o no 
y esa prueba
en el espejo de la misma vida
es el encuentro de dos mundos:
tú y tú
tú en el otro
tú en ti

Sería más fácil contar la firme
para explicarme mejor
pero aun la semilla más frágil
guarda en su carozo la pulpa - endospermo querido lector - 

Y no está mal mostrarse vulnerable
pero los brotes más tiernos
nacen
en preciso equilibro
de agua, tierra y sol

Sin embargo los pajaritos de mi cabeza
se reflejan en mis ojos
y en sus picos muestran las ramitas tiernas
y en esa ternura de hoja se asoma el rocío
o lo que tú llamas lágrima
y digo:
bien, acá hay agua
el resto es la luz de ti - y de mí - 
pero cariño
dónde está la tierra
dónde
¿será que estos barcos encallan en el aire?

Lo cierto que
ante la ausencia de lo tangible
- porque el amor también se puede ver - 
me paso ciertos días
considerando los hechos
y pienso
que no hay mejor tierra
que la de nuestros propios cuerpos