Me dices aquellas cosas todos los días "hola"
y aunque parezca una sola cosa
una sola palabra
no significa que acabe
Aprendí a detener ese sonido imperceptible
que emerge de tus ojos
y lo guardé en forma de color
para expender la pintura que dejan los ocasos
Me gusta escucharte de noche con las manos anaranjadas
Al otro día despierto olvidándolo todo
Yo sólo sigo tus ecos no los retengo
Sobre la tarde intento nunca sembrar ilusiones
aunque reconozco la perdida de semillas
Al llegar la hora
busco en mis bolsillos las monedas
Tomo el taxi
me das de cambio sólo silencio
pero al retrovisor le entregas tus ojos
y ahí te encuentro
y ahí pronuncias "hola"
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