Sentado en una línea temporal
observo las posibilidades que se dibujan
Todas mis versiones moviéndose
en cada teatro según corresponda
Mi conciencia está anclada en el presente
Soy más amigo del lenguaje de los pájaros
y del rubor que deja el sol
en ciertas esquinas de la casa que nadie habita
Me parece hermosamente nuevo
el crepitar de una fogata cualquiera
y el viento es, verdaderamente una caricia
de los invisibles que me acompañan
Tengo plantas y animales en mi corazón
como el edén que predican afuera
y un desierto vasto de remolinos juguetones
donde canta y baila mi silencio
De todas las vidas que soy
me entrego plenamente al vacío
Soy la luz del tren que avanza por la noche
una hoja
un pestañeo
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