lunes, 25 de abril de 2016

Acuéstate aquí

Acuéstate aquí mujer
sal de ese bosque oscuro que tejes en tu mente
cuando la vida desova estrellas
y tú desciendes en la negra boca del mar

Ven a esta cama que te quiere
y a estas sábanas que te abrazan,
después que yo
y en tus fríos pies vendrá el sol de la mesa
el que alumbró tu rostro
esa tarde que deseaste un hijo

No confundas el barro con el manto espeso de la noche,
que le calza a tu cuello como a una bufanda
y troquela la curva celeste de la luna 

Acuéstate aquí mujer que la vida no alcanza en un beso frío
para correr sobre el pasto
dormir en la arena
amar como la lluvia
llorar como la lluvia
corer...

¿No ves que también temo yo?
que me brota un gorrión que busca su nido en la nieve
y en la blancura absoluta 
una pelusa oscura me tala el rocío 
por donde beben los polluelos 
y la blanca pluma tan frágil 
en el corazón del gorrión

Esta vida se remece y cualquier casa es pasajera
pero siempre habrá una luz encendida 
en esta habitación 

Entonces 
acuéstate aquí mujer
abrázame que en tu pena pondré la mía
y en una brillante ceniza se perderá
ese lejano y viejo temor
de vernos partir

viernes, 22 de abril de 2016

El otro cielo del mundo

El otro cielo del mundo
el que creo a veces no está 
brilla como un tesoro escondido
y en el aliento del bronce
cruza las cuerdas más finas de una guitarra 
que se escucha como la luz entonando el amanecer  
o apenas una hoja cayendo en el agua
cuando los botes y los pájaros se detienen 
de frente al otro cielo del mundo
que es una cascada ascendente
de blancura y girones en el pecho 

domingo, 10 de abril de 2016

Lo que nos mira

Hay otros ojos en ti y en mí
que se miran sin un rostro 
pero saben cuando te has quemado con la cucharita del té
y en un calor particular
me sabe un ouch! como de pájaros sin peso

Déjame llamarlo amor como llamo a todas las cosas
o déjame llamarlo... no sé cómo llamarlo
pero se vienen esas palabras de pupilas grandes y de pecho florecido
que apenas sostienen un tartamudo balbuceo
como la arteria del corazón que se tapa y se destapa 
con eso que también llamo música

Son esos ojos, los otros ojos  
los que con cautela dejan sus versos en la mesa
bajo al aire
para que los sigas con tu dedo
mientras intento escribir un poema
con la palma de tu mano en la mia 

Lo que nos mira 
no ve en nuestros cuerpos el camino de un beso
lo que nos mira nos hace soñar con el 

Hay otros ojos en ti y en mí
pero los tuyos son más grandes y bonitos

martes, 5 de abril de 2016

La mar y la vela de mañana

Tal vez pasaré mis últimos días en el mar
en una casa
donde sólo hablen los libros y el silencio
bajo el mismo fuego que prendí cuando niño

Quizá salga muy temprano en la mañana
bajo el canto de las gaviotas 
a sentir la arena fría en mis pies descalzos 
siempre emocionados por los besos del agua

Pescaré sin caña 
uno que otro recuerdo arrastrado por las olas
que reventarán en mi corazón 
y el murmullo de espuma será letal de nuevo

No me protejeré del sol
porque será mi amigo
y mi padre en las noches de invierno

Me seguirán los perros pero ninguno como aquel 
que aun apagado mi amor me esperó siempre

Volveré a casa con un papel en la mano
y un lápiz en los ojos 

Me esperará no sé quién ni menos su nombre 

Dejaré la harina en mis manos
antes de preparar el pan 
y vendrá un poema con el mismo cuerpo
cayendo entre mis dedos

Comeré como el último bocado
y apagaré la luz para que la luna se refleje en la sopa

Con mi cabeza en la almohada escucharé la mar 
y ella con sus últimos ecos me cerrarán los ojos

Pero no dormiré
soñaré despierto
como cuando niño desvelado imaginaba las aventuras de mañana 

Prenderé una vela 
ofrendada por un amigo
y surciré con palabras 
el último dolor de mi vertice 
que cruzará las estrellas para decirme:
duerme que los sueños te hablan