Tras el sonido de la lluvia en la tierra
estás tú
y estoy yo
ambos frente a la ventana
cincelados en el momento
detenidos por la sorpresa
al vernos a los ojos
un gorrión picotea el vidrio
entonces tú tocas mi hombro
y yo toco tu mano
y miramos como vuela
y entendemos que nos vamos por siempre
en el brillo de sus pupilas
que es nuestra imagen
un recuerdo
cuando ya nadie se acuerde
viviremos en la memoria de un pájaro
volando entre los árboles bajo la lluvia
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