por donde se posan lás lágrimas y no se quedan
el ángulo del guiño que nos hicimos sin mirarnos
y supimos mantener en silencio para que sólo
nuestros ojos entendieran el lenguaje
el movimiento imperceptible entre tantos rostros
como si quisiéramos perdernos
en el terciopelo húmedo de otras pupilas
para hallarnos en reflejo de otros ojos que miro y te miran
2 comentarios:
Tantos otros lenguajes, tantos otros ojos... para al final lo mismo, y caer.
Encantada.
Igualmente María, gracias por pasar.
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