Aunque el tiempo no exista
como creemos que existe
supongo necesaria
- a modo de aprendizaje -
su fragmentación
Si el recuerdo no dijese ayer
ya no sería un recuerdo
por lo tanto
un continuo presente existiría - existe -
La plenitud del momento absorto de sí mismo
desplegaría el matiz verdadero de las cosas
La unificación instantánea
la boca del pez y el beso
atravesadas bajo la misma espada
haría de nosotros la curva rasa del instante
Ya no podría avergonzarme de mis desdichas
de aquella vez que falté a la verdad
y la verdad me faltó a mí por no decir te quiero lo siento gracias
En efecto mis palabras
separadas por los espacios entre palabras
se entregarían al presente
dando poesía en vez de sacristía
a los libros que conjugan el miedo en portadas de amor
Entonces ¿por qué el ayer el ahora y el mañana?
Creo en el pasado como experiencia
La roca volverá al camino si viajamos por el mismo sendero
El ayer no tiene un porqué sino un saber
saber digerir la separación como un trago de ilusión
directo al presente
sano de ataduras
puro por instinto
que a paso claro figura su simpleza como ahora; segundos ensanchados
hasta encontrarse en un punto
punto como un globo un planeta un sistema
y a la vuelta de la rueda qué nos queda más que ahora
si el presente queda en coma el futuro se detiene
Todo simbolismo del tiempo habla su propio idioma
Ayer para aprender
Mañana para creer
Ahora para crear
¿Cuál de aquellos hablas tú?
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