martes, 17 de mayo de 2016

Ninfa del pueblo

Llevas la templanza de dos caballos negros en tus hombros
y el brillo de la roca bañada por el mar

Como el hada del agua mirando la luna
alzas apenas tu rostro con el favor del rocío

Eres el destino de las estrellas fugaces 
que pierden el camino en mis ojos 

En ti la flor de loto se deshoja
para extender su belleza en el lenguaje de tu tacto 

Sola frente a la mesa
el vapor da girones
y el sol se cuela en la curva
por donde aparece tu boca almendrada 

Oh ninfa del pueblo
qué bello es verte comer
tu plato caliente de porotos 

2 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Vi, en tu poema, a una ninfa muy bella.

Un abrazo.

Franco Valenzuela Torres dijo...

Siempre están ahí Rafael...