Qué es ese crujir que se ha callado
tanto tiempo
que apenas gime
Escamas caóticas y distantes entre cerros,
a los pies de un dragón
que cayó dormido en el latir del corazón de la tierra
Rocas crepitando,
ecos de un aullido en reverso
nacen del roce de millones de granos de arena
Así también canta el desierto
en su silencio vasto;
Un pastor de rebaños de sombras
Un silbido que pega el viento
Un remolino pequeño
Un par de rocas más cerca
Un gemir particular de arena
Una semilla
Una flor
y otra flor y miles de flores
y entonces el bosque lleva a sus fantasmas más viejos
para decirles que incluso
hasta el muerte
florece
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