viernes, 17 de abril de 2015

Se llama Pedro

En el reflejo de un charco en la calle 
pasa un avión ondulado por el canto del grillo

A la vuelta de la esquina viene Pedro

Su presencia es advertida por el sonido de sus pasos 

A la izquierda la zapatilla
A la derecha el bototo

Treinta años en las calles 
le dio glamour a su soledad 
refinada por la risa 

Su banca de cabecera lo espera

Busca en su mochila de mezclilla 
la botella de soda casi nueva 

Con sus manos de pintor de barro
prende un cigarrillo de otros cigarrillos 

Fuma con tranquilidad oyendo el tabaco quemarse 

Recuerda lo necesario sin incomodar el presente 

En el barrio tranquilo sólo los perros ladran 

Frunce el ceño 
él prefiere el silencio 

Abre la botella de soda con el gas acumulado
suena "tssshuss" 

Los ladridos de los perros se enmudecen
como quien corta la música en la fiesta

Pedro ríe 
y calla 

No hay comentarios: