miércoles, 12 de noviembre de 2014

Un vals para el poeta

De vals en vals el tiempo mueve su vestido
aligerando su sombra en la tela de la noche

La levedad de su aliento fluye en mí como su doble

Caigo de espalda  aferrado a la certeza

la única certeza:
existo

Dejo este plano sin abandonar el punto

El trino del gorrión me fragmenta 
Soy música sin cuerda
Mis sílabas son esparcidas por el mundo

Al mar le dejo la eme pero no la eme en si misma

Allá va mi granito de vocal rebelde 
acariciando el vértice de las consonantes

De vals en vals el tiempo mueve su vestido 
y en su ondulante melodía voy cerrando los ojos 
un dos tres
un dos tres
un dos tres me lleva... 



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sútil, liviano, viviente,
dejándose las letras llevar según el tiempo,
sonándose así mismo en el silencio
y en el mar y el viento...

A mí se me convirtió en arrullo...

Qué gusto leerte :)

Franco Valenzuela Torres dijo...

Gracias Nicky, pronto pasaré por tu casa.

Saludos
Franco