miércoles, 8 de octubre de 2014

Destilado de ámbar


Al sauce le creció un diente que masticaba estrellas
Se nutrió del fulgor del cual nosotros lo hombres vemos desde abajo
y con asombro
Le habitaban lágrimas de plumas pardas
Era el nido un par de manos abiertas y los meñiques
una hilacha de destilado de ámbar

Quien confunde  la luna con el árbol no está loco

Por las tardes
cuando el algodón en forma de ojo tomó la siesta
las raíces enfiestadas dibujaron un nuevo cielo
Nadie se dio por enterado excepto el lobo
sólo él reconocería el límpido cuello del astro
Ya te imaginarás qué hace el bosque de noche
Cuántas ramas devorando universo
Ya lo diría el sauce:
Quien esté libre de luz que lance la primera sombra

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