Tengo los bolsillos vacíos y aún no muero de hambre
Habitan en mi bandadas de pájaros sin dirección alguna
Sobre mi pecho recién talado orbita la luna a favor de mis
huesos
Nada posee un ángel si la locura de un fantasma
Nada poseo yo sin el olvido de las venas
sangre de ti
inmoladora mía
sangre de ti
inmoladora mía
has abandonado la forma más bella de la sombra; el devenir de tu espectro bajo el sol de medianoche
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