Lo invisible nos precede y nos antecede
Somos esa huella más
en naves orgánicas que besan y sienten
Y estas letras que ahora recorres
-con los ojos tuyos que recordaré siempre-
trazan en tu corazón
-o en un lugar de tu mente donde creíste tener un corazón-
la simple verdad que ocultan las decisiones;
amar
sin miedos
seguir la voz del músculo autónomo
hacer de ella un altar
porque con el ánimo de amar no basta
hay que hacerle frente
hay que hacerse cargo
y dejar de pintarla de sirena
de hadita
que la varita toca y huye
Hay que mojarse el potito
como las turbas de flores arrastradas por el río
y dejarse llevar por la corriente
hacia la inevitable cascada
porque es ahí
solo ahí
en ese instante de quiebre
donde las flores aprender a volar
y las marchitas
entre las piedras
vuelven felices por haberlo intentado
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