No hay apuro
Tres palabras por kilómetro cuadrado
así con todas sus letras
En este reino de las palabras
que no dicen nada
Apenas la intención del escribiente
Que daría un poco más de pistas en este juego de uno
Arrumarse a la orilla de la cama
escuchando canalizaciones espirituales
El café servido en punto
La tarea de entender
que hay cosas que son de los cuentos
y en los cuentos es mejor dejarlas
sin perder un ápice de esperanza
a sabiendas de la despiadada mentira
Todo en uno
como marido y mujer
y su desgreñada belleza
Sin apuro
De vuelta de un largo viaje
Curado de espanto
Con los ojos brillantes de promesas