Todos se han ido
sin excepción
Los árboles alargan su sombra
Una turba de animales
se escucha tras la pared
En el cristal de la escalera
las brujas ascienden
Los cuadros rotos
años lejanos
veranos imposibles
En la cocina hay un libro
No es de día ni de noche
-De cuero antenario
su frágil hoja es movida para la brisa-
Es la caída a los cielos
Todo se desarma
Es hoy lo de hace cien años
y cien años ya pasaron
Ese vértigo inverso
de hacer girar el cielo
y al estirar las manos
tomar el papel por las mechas
y soltar y caer
aturdido de soledad
bajo el trueno y la lluvia
Cuando se nubla el cielo
el otro lado se desarma
Ese camino angosto
de los relojes de arena
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