En el pie invisible que toca mi labio
aun más profunda su pisada
en el cuerpo del corazón
que es uno mismo sin rostro
aun más profunda su pisada
en el cuerpo del corazón
que es uno mismo sin rostro
siento la melodía curva de la cortina
o de toda tela que se mueve junto al mar
ir y venir, sí
ir y venir de este flujo presente
tan drástico como la sangre
que se ve
que uno se ve
pero no soy solo ese fragmento
habitan en mí tantos paisajes
y esta ventana del mundo solo tiene mi casa
Agitado
bajo el volumen
y abro los ojos otra vez
y respiro
y sigo caminando
extrañado de existir en estas manos
que alguna vez tocaron una nota
y hoy
intentan reunir pedazos
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