En el bosque almendrado
una canción medieval
suave como las piedras del río
La luna
no es esa pelota blanca en el cielo
sospecho
Ni la tímida luciérnaga
ni el destello en el agua
ni la casa escondida
El rocío se adhiere a mis pies
rojos como la manzana en la nieve
Quién soy
verdaderamente
en los restos de los libros
que aparecen
Fuego en las alas del gorrión
inalterable
asciende a la noche
Y no es vano mi sospecha
si se les permite a las hadas
desgajar sus vestidos
He vuelto al musgo
otra vez
y mis ojos
son los ojos del mundo
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