Ante el precipicio de fin de año
llega mi turno y salto
Caigo y un valle oscuro se aleja
y lo que es curioso
un brazo se estira desde la punta del precipicio
con unos ojos vidriosos llenos de esperanza
Soy yo
entre árboles mustios grito:
¡No me olvides carajo!
¡pero no te quedes conmigo!
En el descenso
con la brutal ráfaga de viento
miro por última vez aquel lugar oscuro
sin embargo cuando me alejo
en un fugaz cambio de perspectiva
veo un jardín lleno de flores
Sobre el cerro se alza una hermosa casa
por donde mi padre cocina el almuerzo
y mis hermanos corren y se recuestan en la arena
Un poco más adelante
en una cama blanca
mi ex esposa teje un chaleco con la historia
de nosotros
Siguiendo el mismo camino
mis abuelos y mis amigos
me ven partir con una vieja mochila
por la ruta descascarada de la sombra
Todo eso veo desde arriba
Giro mi cabeza
no estoy cayendo
tampoco estoy volando
solo he cambiado la mirada
liviano como las plumas que me encuentro en la calle
firme como el pimiento centenario
Ahora que todos sacan sus papelitos
para despedir el año
yo vacío mi corazón agradecido
por la hermosa película de los días pasados
Por Dios tanto uno puedo llorar
creando un mar personal
por donde se sale nadando
Pero al fin
en el ciclo de vida y muerte
esta vez
yo elijo seguir danzando...