Un remolino inverso
deja caer su último caos
y la fruta trasciende
se viste de voz
de beso
de humedad suspendida
y nos persiguen cien hojas
oraciones aladas
deslizares de cuellos
glaciares intermitentes
volcanes desde adentro;
mil tentáculos como pétalos
y ventosas como besos
Una y otra vez
de puntillas en el hilo
que sostiene
la vida y la muerte
Pero regresamos
y la habilidad de la noche
póstuma al silencio
nos desliza
y reunimos los fragmentos
y se adhieren al rostro
a la forma de despedirnos
y extrañarnos
Recuerda
ya nos avisaron otros pájaros
cuando te reflejes en el agua
atraviésala
y en tu forma sin cuerpo
cuando la tarde te avise
con el último rayo en tu cara
acércate a la luz
porque así como el polvo
también serás suspendida
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