Tal vez
no son aptos para este mundo
los sentimientos inesperados
los te quiero fugaces
los te amo pero no puedo
y no es triste ni feliz la cosa
sucede
y en sus voraces brotes la vida construye
ventanas de arena
Ya se ha visto antes
ese juego dicotómico del pobre y el rico
sucede
Curioso es que
tal como las ondas del agua
o la vibración del sonido
todo absolutamente todo se expande
pero hoy pregunto
¿dónde va la música cuando dejamos de escuchar?
porque lo expansivo no excluye el amor
evidentemente
pero las cosas que no se ven a simple vista
o los amores de velador, velados o velero
¿adonde van?
Ciertamente el asunto no es distancia
por tanto el adonde se transforma en un qué es
porque lo que sostiene el sentimiento
persiste en la memoria
y puede que salte de vida en vida
hasta que se diga lo que se calló
Pero
qué es
qué es en mí
esa para de ti
que persiste en colorear los cielos...
ah!
otra vez me atraviesa todo
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