en la imagen del uno y del otro
un calor de piel
en la pieza del sueño que soñamos juntos
y visitamos sin secretos sobre los restos del mundo
y visitamos sin secretos sobre los restos del mundo
cuadros
viejas casas
balcones donde esperamos
la brisa que anuncia el regreso
Sabíamos de la amnesia
de la luz cegadora de este mundo y de otros
pero sonreímos
y a la estrella más lejana le pusimos nuestro nombre
sólo ella reconocería el brillo de los ojos asombrados
al encontrar viejas promesas
repartidas en el cielo
astros de repente
plumas blancas
Entonces sucedió
tú caminabas por una plaza
tan antigua como tu nombre
con el sonido de la hojarasca bajo tus pies
Te detuviste y volteaste
apretando el cuaderno de dibujos que te regaló tu hermano
guardián de caminos invisibles
Así tu mirada unió las piezas
y en un haz de luz
tu corazón llevado por gorriones y hojas
brújula del cosmo
pulsó
Luego no se detuvo
y fue creciendo en ondas similares al prisma
rayo dorado de los ángeles caídos
Yo te vi en un sueño
nada más
y como se cree en la vida
o en la última esperanza de los abandonados
sólo creí en ti
y te llamé
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