De tanto sexo el sillón se rompió
No quedó inutilizable
pero ya era hora de cambiarlo
De mano en mano
De dueño en dueño
Nunca nadie más hizo el amor ahí
Terminó tendido en el desierto más cercano
Un perro lo usa de cama
Duerme abrigadito
Por la mañana lame el cuero azabache
para beber del rocío de la niebla
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