Un vagabundo duerme bajo un mural
envuelto en una frazada gris
Los niños del jardín pasan al lado
entonando canciones de sol y rocío
Pudiese estar muerto
pero sólo el barrendero
notaría el cadáver
con golpecitos de la escoba
en sus pies
Pudiese estar vivo y nadie extrañaría su ausencia
Pero él
duerme
y también sueña
Si alguien dibujara una nube sobre su cabeza
el mural sería todo su sueño
La gente lo rodearía como ángeles que esperan en el cielo
No hay comentarios:
Publicar un comentario