La luz se reclinaba en la mesa
iluminada por los pájaros de artificio
Era el año nuevo que todos alguna vez recuerdan
Mi chaleco era verde oscuro
y los vecinos se saludaban entre sí
El ritual era clásico y sencillo;
copas, petardos y el traje desempolvado
cuyo detalle a nadie le importaba
Luego las risas, el baile...
Los adultos se miraban y se decían que esta vez sí,
que este año sería su año
Luego comían lentejas, uvas
y salían con maletas saludando con la mano
Recuerdo mirar de reojo a una mujer que
apresuradamente
se acomodaba un calzón amarillo
Con mis primos nos quedábamos en la calle
mirando el fuego de las figuras de trapo
que cada casa quemaba a medianoche
para despedir el año viejo
El año nuevo era un momento breve y fulguroso
en cada rostro que recuerdo
luego se degradaba
lentamente
El viento frío corría por las calles vacías
levantando las cenizas y avivando las brasas
de los restos de los cientos de años viejos
que alguna vez
fueron nuevos