La luz apresurada del ocaso sostiene una vertiente y tu cintura
Deja desnudarte el corazón
Luego la ropa
Quiero hablarte cerca
muy cerca
más cerca...
Aquí donde el sonido nos construye y tu piel mi otra sangre
me late en cada hoja
Dejaré de sentir el propio pulso y creeré que en el tuyo
también puedo levantarme
Acercaré el sol a tu boca
y en cada mordida las olas, la espuma del mar
su efervescencia
harán rito de tu lengua en mi cuello
Oh mujer,
deshace la sombra que vive en nuestro sexo
Ábrete a la luz
Rompe las estrellas en el suelo
Agita tu cuerpo
Sostente en mi espalda como si nada quedara
yo me ataré a la tuya como si todo lo tengo
Me quedaré en tu cuerpo
y el rayo apresurado del ocaso vendrá
a decirnos con sus ecos que se tizna la noche
no el amor