viernes, 14 de noviembre de 2014

Recuerdo del corazón que es sol

La niebla tiene un corazón de sol 
cuando por sus causes baja por el cerro

Uno a uno los arenales despiertan sus huesos de oro

delineando el rostro escondido del viento

La voz de la tierra hunde su canto en la mesa

en una casa cualquiera
en una mañana cualquiera

Quieta la sombra donde se unen todas las cosas

también el pan
la risa
y el día

Quien aventura el ahora

sentada 
sola
frente a la ventana
escucha su voz sin palabra o pensamiento 

Su daga boreal atraviesa enamorada la niebla

también el sol 
el tiempo que no es tiempo

Se pregunta Antonia antes Sofía 

donde irán a parar sus huesos 
la respuesta la abandona 
cuando recuerda:
"soy mucho más que eso"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me llevo bastante mal con el sol y adoro la niebla. Ahora, después de leerte, quizá resulta que puedo hacer un poquito las paces con el amarillo, porque no sabía eso del corazón...

Buen finde, Franco :)

Franco Valenzuela Torres dijo...

Gracias Nicky,
hay diferentes soles para todos
Saludos y buen fin de semana igual.