domingo, 16 de febrero de 2025

*Del libro secreto 

Detrás de las ondulantes cortinas
en el eterno verano de la casa
la blanca mañana se asoma.

Los días son un larga fila de fotografías 
colgadas como la ropa,
la ropa es movida por el viento,
el viento deja caer su mano sobre tu rostro.

Creo en la historia secreta del camino,
la sorpresa que tiene cada esquina,
la misteriosa obra del amor.

Yo te veo desde adentro
tus pies descalzos,
tus manos.

Las notas del cristal destellan en el río
guardando su luz para otras vidas.

El sonido del agua nos recuerda
que debemos callar más.

Tu mano sobre mi rodilla,
nuestra casa oculta entre los árboles,
el ocaso colándose en las hojas.

Solo el corazón recordará el tibio susurro de esos días
cuando nos despertemos otra vez
con otros nombres
y las imágenes llenas de neblina se unan a los sueños
y nuestros días sean otras fotografías.

Pero la memoria del agua vivirá
y en una canción nueva
el silencio nos revelará el tesoro de nuestros corazones.

El regalo siempre fue amar.

sábado, 15 de febrero de 2025

El río resplandece en la oscuridad
tiznada por la negra luna.

Sus pequeños cristales son fulgores de otros mundos.

¿Qué es esta luz samurai, por qué el río sigue brillando,
si la más mínima estrella es opacada por la luna negra?

Es por eso que los cuerpos enamorados
son rodeados por una silueta blanca,
y en la distancia son guiados por
pequeños resplandores.

Oh samurai
el agua es más vieja que nosotros,
si nos acercamos a la orilla
podremos ver nuestros verdaderos rostros.

Del cielo negro caen pequeñas gotas de fuego
tan breves e inofensivas.

Mi corazón samurai
mi corazón es un tambor latiendo.

Quién eres acá
quién eres en mí.

Mira en la alta montaña hay un inmenso castillo ardiendo.

martes, 11 de febrero de 2025

Una parte de nosotros suena como el piano
de las baladas ochenteras que aun podemos escuchar.

De esos acordes de alma suspendida
cuyo relieve es impulsado
por los destellos de un cristal giratorio,
nacen y se deshojan
los fugaces momentos que fueron contigo. 

Así, una canción es un año
un año es un nombre
y un nombre que no pronunciamos.

Pero hay tantas cosas que no nombramos 
y pareciera que una historia mayor
-una que no podemos ver-
se reparte en fragmentos
como una lluvia de papelitos
con acordes y canciones.

Después de todo hay melodías largas y pequeñas
besos buenos y malos
víctima y victimario
salvador y salvado *hasta que cesa la rueda.

En la canción mayor prefiero trazar la ruta
por donde todas las imágenes viejas pasan.

Mi nostalgia es más bien una pregunta seria:
¿a dónde vamos cuando fuimos?

Y del resto ensoñaciones comunes, supongo,
con un poco de caminos alternativos,
aleatoriedad conveniente,
señales...

Así entonces, cuando los aviones
se convierten en estrellas fugaces
y las estrellas fugaces se convierten en aviones
pienso...
"Allá vas tú en el lado de la ventanilla
con la cabeza apoyada en el vidrio
escuchando una canción ochentera
invitándome a mirar por la ventanilla,
diciéndome:
Mira esa ciudad tan pequeñita que se ve
en el fin del mundo"

miércoles, 5 de febrero de 2025

Quisiera que nunca se fueran
estas nubes coloradas del verano.

No es de noche completamente.

Venus se asoma pero parece una estrella
¿Cómo distinguir un planeta desde esta distancia?

De pronto llegan misteriosas aromas desde mi ventana.
Mis ventanas son ventanales grandes.

Una que otra gaviota pasa.

Las cortinas se mecen lentamente.

Silencio la radio que canta todo el día
pero no puedo bajarle el volumen a todo.

¿Habrá un pájaro capaz de llegar
a las nubes coloradas donde el sol permanece?

Quizás por eso quiero que nunca estas nubes 
coloradas se fueran.

O tal vez si ellas vinieran a mí
ese trocito de cielo en mi balcón
su luz crepuscular en la pared
los remolinos de algodón en el techo.

Una leve brisa mueve mis plantas.

La noche es inevitable.

El gato pide comida.

Prendo la radio otra vez.

Tal vez mañana vuelva ese cielo.

miércoles, 29 de enero de 2025

Una palabra a la velocidad de la luz,
quizás este infinito nos contenga,
decirlo fugaz 
sobre el eje de la misma tierra
para que alcance a las palabras que secundamos

Un millar de palabras veloces e invisibles
sin azar
pensadas por el hablante que dice:
pájaro
cometa
volantín

Pero también otras palabras vendrán
y se dirá:
desierto, azul y sendero

Todo lo que se diga cruzará el cielo
y el hablante dirá lo necesario para
que las cosas más extraordinarias vuelen

En la tierra voladora de los barcos voladores
brotarán nuevas palabras y ni el hablante
ni el lector podrán pronunciarlas nunca

Unas cuantas letras quedarán
aguardando como un aro perdido 

Las consonantes de los campos y los desagües
celebrarán un concilio del sonido de sus sueños 

Y atraídas por una fuerza magnética 
reunirán sus partes
en una carta esperada toda la vida
y el hablante recitará un último verso
antes que el cielo se abra
y todas las palabras del mundo se hayan escapado 


sábado, 18 de enero de 2025

Mira el amanecer que crece
en esta parte de la noche

¿Es allá o es acá samurai?

¿Dónde realmente nace el sol?

Estamos tú y yo 
suspendidos en una burbuja

Cuando miras el sol yo te miro
cuando miro el sol tú me miras

Desde arriba también podemos ver
el jardín secreto de la noche
donde las plantas, el río y las flores
guardan siempre la luz de la luna

Todo es breve e inmenso samurai
las mariposas plateadas
se escapan del jardín secreto de la noche
y cubren el manto negro de todos los cielos

Se acordarán de nosotros samurai
o somos la memoria contenida
en esta burbuja que viaja al sol

¿Te acordarás de mí 
cuando despertemos de este sueño
y la gran luz cubra de blanco nuestros rostros?

martes, 7 de enero de 2025

Al parecer has puesto tus manos en el libro, sospecho.
Las circunstancias 
los pájaros y las circunstancias
las plumas y las circunstancias
son mi argumento.

¿Sabes que puse un animal sensorial en cada página?
que en el tejido invisible que nos sostiene 
los hilos se mueven hacia un mismo centro
como la telaraña que teje el corazón
con sus hebras doradas y azules destellos.

Pero no es una trampa 
es un anuncio sin voz 
sin cuerpo
ni palabra.

Es la mañana que perciben los abandonados
cuando ya no están más solos.

Es el silencio que precede después
de las campanillas de la puerta.

El súbito vuelo de los pájaros.
El prisma.
El brevísimo aroma.

Ondas expansivas que rodean
la silueta de un rostro
que gira su cabeza
para verte.